El solomillo de cerdo es una de mis carnes prefedidas, puesto que se puede preparar de muchas maneras distintas, es una carne tierna y no resulta muy cara. Además a los niños suele gustarles y como yo en casa tengo 2 pues lo compro muy a menudo.
En este caso lo preparé con una salsa muy suave ideal para niños, recomiendo menos tiempo al gratinar por que a mi se me fué un poco la mano y el queso quedó demasiado gratinado, aunque no por eso dejaba de estar buenísimo.
INGREDIENTES: 4 Personas
- 1 Solomillo de cerdo grande.
- 3 lonchas de queso de fundir.
- 1 brick de nata de cocinar
- 1 lata pequeña de paté.
- Sal y pimienta molida.
Lo 1º que tenemos que hacer es limpiar el solomillo de toda la grasa que tenga.
Después salpimentamos y doramos en una sartén.
Una vez dorado lo apartamos a una fuente de horno y lo partimos en lonchas gruesas.
Le ponemos las 3 lonchas de queso y lo metemos al horno previamente calentado a 180 gr, hasta que veamos que el queso se ha fundido por completo, luego le ponemos a gratinar, para que dore alrededor de la carne.
Mientras preparamos la salsa.
Ponemos un cazo al fuego y añadimos el brick pequeño de nata, una pizca de sal y una pizca de pimienta molida.
Cuando se haya calentado la nata añadimos el paté y sin parar de mover lo mezclamos bien hasta que se hayan fundido, quedando una masa finita.
Y ya podemos emplatar, un par de lonchas gruesas de solomillo, y la salsa a un lado del plato para ir untando. Lo he acompañado también de unas bolitas de patata.
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